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La nueva cadena alimenticia


No olvidéis que el Gran Cthulhu viene de más allá del espacio y del tiempo (igual que otros aliens).

Imagen obtenida vía Microsiervos, vía Puntogeek, vía FFFOUND!

Curiosidad...

... para poner una entrada nueva, sin más.

Título del capítulo 3 del relato Herbert West, Reanimador:
"Seis disparos bajo la luz de la luna"

Letra de la canción MOONLIGHT shadow, de Mike Olfield:
He was SHOT SIX TIMES by a man on the run.

No sé si es efecto de las 4 copas de vino que he tomado (un crianza muy majete) o de que realmente hay un conspiración músico literaria. ¿Tendrá Erich Zann algo que ver con esto?

¿Existe el rol después de los treinta?

Desde este anodino Día del Orgullo Friki lanzo al mundo una pregunta que me carcome desde hace tiempo la cabeza.

¿Existe el rol después de los treinta?

Porque a título personal, puedo responder que no, que el rol en mi vida está sepultado por montañas de compromisos, obligaciones, perezas y desencuentros. Ojo, que lo siguiente deriva de mi experiencia personal y no pretende ser un catálogo de verdades universales. Esto no es la Hitchhiker's Guide to the Galaxy.

Empiezo por reseñar cómo después de un tiempo universitario en el que las partidas eran semanales, pasaron lentamente a convertirse en eventos mensuales que degeneraron en semestrales para transformarse en una cita anual que ya ni siquiera se realiza. Es decir, que hoy en día hay más posibilidades de que me viole salvajemente un grupo de despampanantes modelos pelirrojas suecas adolescentes vestidas de elfas que de jugar al rol.

El primer factor en contra a tener en cuenta es el tiempo. Los juegos de rol demandan tiempo para prepararse y para jugarse. Mucho tiempo. Mucho. Como director de juego responsable y serio, hacen falta unas cuatro horas para dejar bien lista una partida de una sola sesión (ya no hablemos de una campaña). Eso, como mínimo. Mientras en hora y media un grupo ha terminado una buena partida de Katan, ese mismo período escasamente sirve para que los jugadores de rol preparen la mesa y los personajes. Y eso si hablo de gente centrada, no como la que yo conozco que necesita pausas para ir a buscar más comida, hacer llamadas, revisar libros o discutir si es más poderoso Wall-E que Johnny 5 (cuando es obvio que Johnny 5 fue creado como máquina militar y es mil veces más destructivo que un robot basurero... ejem). Así que jugando al rol en viejas épocas yo estuve unas buenas doce horas abriendo y cerrando puertas de laberintos sosos y matando kobolds y cubos gelatinosos y ratas gigantes hasta cansarme la mano de tanto agitar el dado de ocho de mi espada bastarda. Pero en las últimas partidas de rol en las que estuve había que dejar todo a medias al cabo de cuatro horas porque fulano se iba a recoger a su novia, o mengano madrugaba a trabajar al día siguiente, o zutano estaba de pelea con su mujer.

Por eso, considero que el segundo factor son los compromisos. En la época juvenil universitaria donde el nivel de mis personajes era inversamente proporcional al número de fiestas a las que me invitaban, bastaba con cumplir con las asignaturas pendientes para quedar libre de toda preocupación y compromiso. Viviendo en casa de nuestros padres, no nos importaba trasnochar un sábado usando peligrosas dosis de cocacola y nachos para permanecer despiertos hasta derrotar al malo final, y luego de comentar la partida nos íbamos a dormir en cualquier rincón de la casa ajena, apeñuscados e incómodos pero felices. Hoy tenemos casas compradas o alquiladas a las que hay que volver, cuerpos que ya no soportan tantas incomodidades y miles de responsabilidades más relacionadas con el hecho de vivir por cuenta propia. Los compromisos estúpidos, aparte del trabajo (que es el peor de todos), se van sumando con los años y si hay una pareja se multiplican. Y si hay hijos, el tiempo se resta, las posibilidades se dividen y el resultado es previsible.

...esto sucedió incontables eones atrás

El tercer factor es el grupo. Cada vez es más difícil formar un grupo y tus amigos de siempre se han marchado de la ciudad o del país o (peor aún) del rol. Los pocos que quedan son difíciles de reunir por alguna de las condiciones anteriores. Encontrar gente nueva es difícil (sobre todo a esta edad), y no hay Meetics de roleros para ayudarse. Los clubes de rol han ido desapareciendo, y en los nuevos es fácil sentirse un fósil paleozoico o un pederasta en potencia.

El cuarto factor es la tolerancia. Los años te han hecho menos tolerante, más selectivo, y ya no aguantas tanto al tonto de turno que aceptabas en la mesa para completar al grupo. A ése, hoy en día, lo sacas a patadas y hay que llamar a la policía. Las discusiones durante el juego de rol se hacen más agrias y de repente te das cuenta de que tus dos amigos hace rato dejaron de pelear por quien se queda con el Orbe del Dragón y están a punto de soltar el primer puño.

El último punto es el duro peso de la realidad. La hipoteca. El trabajo. La mujer y los hijos. Las cuentas por pagar. Los compromisos sociales. La crisis. Kerf el Escurridizo ya no logra meterse en su papel de bardo porque todavía no supera su reciente divorcio. El investigador Tom Kellen está más preocupado por los recortes de su empresa que por la secta de Dagón que acaba de llegar a Arkham. Vaya mierda, así no hay quien se meta en una historia.

Hay quien me dice que ayuda tener una pareja que también juege al rol. Probablemente sea cierto, sobre todo porque es una persona con la que cuentas de antemano para formar el grupo, y que puede entender que uses tu tiempo libre para jugar. Lo desconozco. Pero sé de parejas que han sucumbido al peso de sus obligaciones hasta tal punto que cuando tienen algo de tiempo libre, en vez de jugar al rol se dedican a retozar en el lecho. Inconsecuentes.

Yo, por mi parte, me he rendido a las dificultades. Ahora me conformo con que siga habiendo unas reuniones mensuales mínimas, para echar un juego de tablero y unas risas. Y si alguna vez existe la posiblidad de jugar una partida, estaré tan dispuesto como antes, pero con mis reservas. Es lo mismo que pensaré cuando aparezcan las pelirrojas suecas: estas cosas no suceden a mi edad.

Phase Zero 1.3: Operación Hydra.

El día después de que la toxina PZR fuera liberada en la isla de Gran Bretaña, fecha que sería recordada como “El día del juicio”, los portavoces de la multinacional farmacéutica Progenix Corp ofrecieron una polémica rueda de prensa. En ella culpaban a uno de los directivos de la empresa, Adolf Vehemer como líder de la facción responsable de todas las atrocidades cometidas por la corporación. Pero esa no fue toda la información que se desveló aquel día…
Mediante un canal de máxima seguridad, los miembros de la cúpula directiva, actualmente fugados, notificaron a la Organización de Naciones Unidas los datos personales de todos los trabajadores identificados, mediante una rápida investigación interna, como miembros de la facción Vehemer. Por desgracia, también advirtieron sobre un inminente peligro para la humanidad.
Según un informe que acababa de aparecer, se había descubierto que el ultimo de los cabecillas leales a Vehemer, el doctor Lucius Keane, se había atrincherado junto a un contingente de hombres bajo su mando en su laboratorio, situado en una zona aislada de los bosques de Alemania.La peor noticia era esta, Keane se encontraba en la fase final de desarrollo de la “Hidra” una lanzadera de mísiles dotada de cuatro cabezas explosivas, cada una con la capacidad para rociar en aerosol la toxina PZR con un radio de acción suficiente como para afectar por completo a una gran ciudad. Del informe se extrae que Keane podría haber recibido ordenes concretas de disparar los mísiles a las cuatro principales capitales del mundo en cuanto estuviera listo, provocando una epidemia mundial imparable.
Desconocedora del tiempo de que dispone y mientras reúne un contingente mayor, la ONU ha movilizado al único escuadrón de operaciones que se encontraba cerca de la zona, con ordenes de actuar de inmediato pues cada minuto perdido podía ser el último. Quizás el destino o el azar ha querido que fuera precisamente el escuadrón Hércules el encargado de neutralizar a la Hidra.
Los valientes miembros del Hércules acaban de tomar tierra dispuestos a llevar a cabo una misión casi suicida para salvar a la humanidad. Se cree que el laboratorio de Keane esta protegido por un comando de los temidos ScareCrows, mercenarios y soldados de fortuna cuyas aptitudes físicas han sido potenciadas gracias aun suero experimental. Pero además, los radares acaban de revelar la presencia de otro grupo de sujetos sin identificar que se aproximaba rápidamente hacia su posición. Parece que no están solos.
Una nueva actividad de la Asociación Phase-Zero acaba de llegar. No dejéis de consultar la web del propio evento e inscribíos si estáis en Barcelona o alrededores. ¡No os arrepentiréis!

Comenzando el año

¡Cuánto tiempo de mi parte sin escribir una entrada, cuántas semanas en blanco!

Pero el silencio no puede ser perpetuo, todas las cosas tienden al eterno retorno, con sus debidas explicaciones. Primero, Azeroth y toda la parefernalia de World of Warcraft nos capturaron al Bardo y al aquí escribiente hasta absorbernos todo el tiempo libre disponible, habido y por haber. La recompensa fueron horas y horas de hazañas prediseñadas en misiones y mazmorras: las aventuras de Trenzitas, el chamán tauren, y Uncubo, el sacerdote no muerto (aquí retratados en una colina de Durotar que da al Puerto de Trinquete).


Luego, un mal amigo me recomendó un trabajo de tardes para completar mi apretada agenda. Cuatro horas diarias menos para jugar y escribir en el blog, añadidas a las que ya gastaba detrás de la barra. Pero tras un viaje corto a Italia, he vuelto para encontrarme con que la crisis se ha llevado mi pseudo trabajo, dejándome de nuevo las tardes libres. ¿Qué mejor momento para retomar el pasatiempo de escribir sobre lo tentacularmente superfluo, en este comienzo de 2009?

Loado sea Cthulhu, y que Su Gracia nos llene en este 2009.

Una ilustración de Skot Olsen, encontrada echando un vistazo
a la siempre recomendable página del Laughing Squid.

111 dentelladas

1.897. Londres, capital del mundo, al menos del llamado hemisferio occidental. Tras una gestación de unos tres años, ve la luz una obra rompedora para la época: Drácula.

¿Por qué digo rompedora? Por un motivo principalmente: es de las primeras obras en recuperar el formato epistolar, más en boga el siglo XVIII y, tal vez, principios de XIX. Lo más seguro es que sea la primera así dentro del género de terror. No cae en el destripamiento aséptico y clínico de Poe ni en el ripio rebuscado del Wilde y su Retrato. Curiosamente, ese año de la publicación se cumplían también las bodas de plata de la que es su inspiración -reconocido por el propio Bram Stoker-: Carmilla, de Sheridan Le Fanu.

Comparándolo con otros autores, se centra mucho más en los personajes que en el ambiente. La opresión se produce por la introspección psicológica a pesar de caer en estereotipos victorianos, sobre todo en los personajes femeninos (Mina y Lucy) cuyas bondades son reflejadas por su corrección (en el caso de Lucy) o por la atribución de valores "masculinos" (caso de Mina).

Resultan llamativos los toques de humor, que no se presentan en las obras de sus coetáneos, quizá exceptuando a Wilde (tengo un amigo que lo llama "la maquinita de hacer frases"). Este humor está representado sobre todo en la figura del doctor Van Helsing y sus dificultades con el idioma.

Si hablamos de Drácula, es inevitable hablar de sus numerosas adaptaciones cinamatográficas. Tras leer la novela, me llamó la atención que, en términos psicológicos, el Drácula de la Hammer -inolvidables Christopher Lee y Peter Cushing- se parece mucho más al de Stoker que la versión de Coppola. Motivo: ¿de dónde demonios han sacado la parte romántica de Vlad Dracul? En ningún momento de la novela existe atracción alguna entre la señora de Jonahtan Harker y el conde de más allá del bosque (osease Trans-silvania). Drácula es, por decirlo brevemente, un tanto hijoputa. En la obra también se destila un fuerte erotismo en algún momento, por ejemplo con las tres vampiresas (en claro homenaje a las tres brujas de Macbeth y sus regalos) o, aunque hay que fijarse en un párrafo concreto, cuando Arthur Holmwood mata a su prometida Lucy Westenra. Dicho párrafo que empieza algo así como (lo digo de memoria así que cualquier parecido con la obra, etc, etc.): "el fuerte brazo subía y bajaba mientras la estaca penetraba en la joven [...]". Esta mezcla de Eros y Tánathos es solo una muestra de la habilidad de Stoker para jugar con el lector.

Sin embargo, la maestría del autor se muestra ante todo en su némesis. En el vástago que ha acabado devorando al padre desde el mismo momento en que vio la luz para todo el público londinense. Este año se cumplen 111 dentelladas desde su no-muerte. Un personaje que casi no aparece en la novela y que, sin embargo, define todas las acciones que en la misma suceden. Esa es la máxima grandeza de esta obra.

Siempre nos encontraremos con los "intelectualoides" que denosten esta novela por el mero hecho del género en que navega. No les hagáis caso. Jamás alcanzarán su maestría.

Los que no la hayáis leído, hacedlo. No os arrepentiréis.
PD: ¿Alguno ha jugado a "In nomine..." y ha sacado 111?

Dejad que los niños se acerquen a él

Pues sí, mis pequeños sectarios, papá Chtulhu tiene sus preferencias y, como no podía ser de otra manera, él también piensa que hay que cuidar de los niños porque ellos son el futuro. El futuro tentempié, quiero decir.

Este mensaje queda bien reflejado en la siguiente matrícula:




Por supuesto, la matrícula es de Virginia porque, todos sabemos, que los sacrificios con niñas vírgenes son los que mejor resultan (por su escasez hoy día más que nada).

On the road, again

Pasaron los largos meses, terminó un ciclo lunar y la vuelta de la rueda karmática me ha traído a una morada diferente. Días de agonía se sucedieron, uno tras otro, sin la anhelada comunicación externa vía adsl con la cual reunir mis saberes en torno al blog del que nos sentimos orgullosos.

Pero ahora, sesenta días después del traslado, estoy de regreso en el culto virtual a los Dioses Profundos.

Es una maravilla tener de nuevo vía libre para recorrer la autopista de la información.

¿Era Lovecraft superdotado?

¿Cómo se enfrentan en general los superdotados a un mundo que les constriñe? La Historia (y ciertos estudios) nos cuenta que, en general, no se enfrentan al mismo sino que huyen de él o intentan cambiarlo aunque solo sea en su mente. Leonardo y sus numerosos ingenios y proyectos irrealizados, del que dicen que incluso intentó hacer lo que hoy llamaríamos “ingeniería genética” al querer implantar partes de un animal en otro –como suena-; Einstein al desafiar la propia concepción de la realidad en su Teoría General de la Relatividad –y encima tenía razón a pesar de las numerosas matizaciones que le han hecho ahora que existen los instrumentos adecuados-; o Mozart, tendiendo puentes entre diversas formas musicales.

Se sabe –o al menos se supone con fuerza- que ellos tres eran superdotados pero ¿y Lovecraft? ¿Era un chalado, simplemente alguien con mucha imaginación o lo podemos englobar en el mismo grupo que a esos otros genios?

Lo más habitual es que los sistemas educativos, independientemente del signo político del gobierno de turno o del país que sea, no favorezcan a estas personas, quienes más pueden aportar a la comunidad, por lo que (y he visto algún caso) los superdotados suelen refugiarse en el arte: pinturas irreales, música y literatura.... fantástica.

Se sabe que HPL recitaba poesía a los dos años, leía a los tres (aunque esto yo también y no pertenezco al MENSA) y comenzó a escribir a los siete (yo a los ocho escribí alguna cosita, ¿no será que...? ¡Naaaaaahh! :-ppp ) ¿Significa esto que HPL era superdotado? Puede ser, sin embargo, hay un aspecto que juega en su contra: la enfermedad y posterior muerte de su padre cuando Lovecraft solo tenía ocho años. Desde un punto de vista psicológico, puede que el niño decidiera enfrentarse a la pérdida huyendo a mundos donde no tuviera que afrontarla, mundos claramente estimulados por las historias que su abuelo Whipple quien, como látigo (whip o whiplash en inglés, nótese la similitud fonética) azuzaba la imaginación del niño con improvisadas historias de terror gótico. Sin embargo, también es cierto que no se puede plantar donde no hay tierra fértil. Además también se sabe que se empezó a interesar por la química y la astronomía cuando contaba con tan solo unos diez años.

Visto lo visto, mi veredicto final es que, si bien aupado por las circunstancias y a pesar de no haber certeza científico-estadística, Howard Phllips Lovecraft demostró ser un superdotado. ¿Qué opináis los demás?

Y, hasta aquí, mi chapa de hoy.

Geometría no euclidiana o Einstein visita R'lyeh

¡Bienvenidos al post más chapa de todo el blog! A no ser que os gusten las curiosidades literario-matemáticas... si es que eso existe.

Los que hayáis leído varios cuentos de Lovecraft, sin duda os habréis encontrado con edificios, objetos o similares de geometría no euclidiana. ¿De dónde sacó el escritor esta idea?

Uno de los principales pasatiempos y placeres de HPL era la astronomía, lo que fácilmente nos puede hacer suponer que recibía o compraba publicaciones relativas a ese tema. Y aquí quería llegar yo, a lo de “relativa”. En 1.905, Albert Einstein formuló su Teoría de la Relatividad Especial (o Restringida). Durante los siguientes 15-20 años, el alemán continuó con sus desarrollos para elaborar la Teoría General de la Relatividad. Estas teorías, entre otras cosas, ayudan al cálculo de distancias y posiciones estelares, lo que claramente la relaciona con la astronomía. Para poder elaborarla a Einstein no le servía la geometría euclidiana (la que estudiamos en el colegio) y utilizó las geometrías no euclidianas.

¿Pero qué es la geometría no euclidiana? Empecemos por el principio.

Allá por el siglo III a.C., Euclides de Alejandría publicó el que probablemente es el tratado matemático más importante de la historia: Los elementos. A lo largo de los trece volúmenes que lo componen, el griego desarrolla la única geometría conocida hasta el siglo XIX. Toda ella la fundamenta en cinco axiomas. El primero es el de “entre dos puntos cualesquiera se puede trazar una línea recta”. El segundo, tercero y cuarto son poco más o menos igualmente comprensibles. El problema viene con el último: dada una recta y un punto externo a ella, se puede trazar una paralela a dicha recta que pase por el punto.

Aunque parezca sencillo, a la hora de aplicar este axioma a sus demostraciones, Euclides se encontró con que se podía retorcer la idea pero no especificó cómo (no supo o no quiso decirlo). Además, esto es lo importante, este axioma le sirvió para demostrar que la suma de los ángulos de un triángulo es de 180 grados. Sin embargo, veinte siglos después, a principios de XVIII, un jesuita matemático italiano llamado Saccheri hizo esta no tan inocente pregunta en un estudio sobre Euclides: ¿Y si no sumaran 180 grados?

Durante el siglo siguiente, varios matemáticos trabajaron en esta idea hasta que se dieron cuenta de que esta característica de los triángulos sólo se cumplía en superficies planas. Supongamos que tenemos una esfera hueca. Si dibujáramos en su exterior un triángulo y luego midiéramos sus ángulos y los sumáramos nos daría un total superior a 180 grados. Si cortáramos la esfera y dibujáramos el triángulo en su interior, la suma de los ángulos sería inferior a 180 grados. La geometría euclidiana sólo es un caso específico de la geometría general porque no sirve para cuerpos curvos tridimensionales (al menos no siempre).

Los matemáticos que estudiaban este hecho (cada uno a su bola) crearon entonces las llamadas geometrías hiperbólica, elíptica, proyectiva, coherente y diferencial; todas ellas GEOMETRÍAS NO EUCLIDIANAS.

De manera que hemos de suponer que Lovecraft leyó alguna de las teorías de Einstein o de su aplicación a la astronomía y conoció algo más de lo dicho por ilustres geómetras y matemáticos como Legendre, Gauss, Riemann -su discípulo-, o Klein, quien sintetizó todo.

Así, cuando Lovecraft habla de formas no euclidianas, parece referirse a cuerpos en los que no existe las formas planas y las rectas o que, de existir, puede que no sean la distancia más corta entre dos puntos. Moradas bulbosas sobre las que juega la materia oscura del universo y que la luz trata de evitar, seres conceptualmente imposibles y espacios curvos en los que las líneas se deforman. Paisajes de Dalí en los que la existencia se retuerce...

En fin, espero que nadie se haya dormido por el camino no euclidiano de esta pequeña historia.

Aprende Inglés con Lovecraft

Siguiendo con el aprendizaje de lenguas vivas y muertas del anterior artículo, y a colación de un comentario efectuado por El Arcano en nuestra última reunión en El Entreacto:
"¿Cuál es la lengua peor hablada del mundo? El Inglés, porque todos creemos que la dominamos y la utilizamos impunemente"

Me es grato remitiros a continuación unos pasajes de nuestro querido H.P.Lovecraft del texto "Los sueños de la casa de la Bruja" o en su original inglés, "The Dreams in the Witch-House", pero tal y como él los escribió en un inglés de comienzos de siglo, culto, rococó, y lleno de metáforas y giros lingüísticos. Espero que puedan comprehender el significado de ciclópeo de este modo...

"At the same moment the disgusting form of Brown Jenkin scrambled up over the brink of the triangular black gulf on his left. The crone now motioned him to hold the bowl in a certain position while she raised the huge, grotesque knife above the small white victim as high as her right hand could rech. The fanged, furry thing began tittering a continuation of the unknown ritual, while the witch croaked loathsome responses. Gilman felt a gnawing poignant abhorrence shoot through his mental and emotional paralysis, and the light metal bowl shook in his grasp. A second later, the downward motion of the knife broke the spell completely, and he dropped the bowl with a resounding bell-like clangor while his hands darted out frantically to stop the monstruous deed.

In an instant he had edged up the slanting floor around the end of the table and wrenched the knife from the old woman's claws;sending it clattering over the brink of the narrow triangular gulf. In another instant, however, matters were reversed; for those murderous claws had locked themselves tightly around his own throat, while the wrinkled face was twisted with insane fury. He felt the chain of the cheap crucifix grinding into his neck, and in his peril wondered how the sight of the object itself would affect the evil creature. Her strength was altogether superhuman, but as she continued her choking he reached feebly in his shirt and drew out the metal symbol, snapping the chain and pulling it free."

Si no han conseguido entender más del 75% del texto original, pueden consultar el texto traducido en otra de nuestras previas entradas . Pero si lo han conseguido descifrar entonces tienen un nivel muy decente de inglés, y además de ello, ¡¡¡deben tirar Cordura!!!.

Volviendo a la corriente del espacio tiempo continuo

Adiós a los días de ensoñaciones perdidas en la orilla del inmenso océano. Seremos devorados de nuevo sin piedad por el terrible vórtice de la rutina, y pereceremos aplastados por los temibles tentáculos del sistema de vida que nos ahoga lentamente en su abrazo baboso de días iguales.

Casi dan ganas de usar las mejores armas para acabar con la enfermedad y cansancio de esta vida llevada a medias.

¡Oh, Gran Señor, llévanos de nuevo allí donde tu imagen se levanta hermosa, en los confines de la tierra!

Una imagen de blackbeltjones.

El Cíclope, esa criatura adjetivable

Vaya por delante que “adjetivable” no está recogido en el diccionario pero, ¿cómo llamar a la palabra que, sin ser adjetivo, puede convertirse en uno? Y es que el castellano es un idioma bastante inflexible, de manera que “adjetivación” sí aparece en el DRAE pero no así derivados útiles, como el mencionado.

Esto viene a cuento por uno de los adjetivos típicos de los relatos de Lovecraft y sobre el que hicimos alguna eutrapelia la última vez que los sectarios nos reunimos para jugar al Arkham Horror (sin la inestimable presencia del Exiliado por motivos espaciales –que no cósmicos-). Por supuesto, me refiero a ciclópeo.

Creo que este, junto a impío, es el epíteto favorito del HPL y lo utiliza en varios de sus relatos. Como decía, durante nuestra última reunión, nos preguntamos si algo ciclópeo no sería en realidad algo de un solo ojo (si no me equivoco “cíclope” significa literalmente eso: “un ojo” –que me corrijan los helenistas-).

Ahí quedó el tema, como una anécdota, hasta que leyendo a uno de los paladines del uso correcto del castellano, el difunto Don Fernando Lázaro Carreter, me encontré con esta misma palabra... en dos ocasiones. Al menos de momento pues aún no he terminado de degustar sus ácidos artículos de “El dardo en la palabra”. Es curioso cómo este catedrático de la lengua se parecía tanto al castellano que defendía: irónico, exagerado, divertido, presto al juego de palabras... y un tanto inflexible. Que Lázaro Carreter utilizara este adjetivo por partida doble me llevó a buscar su significado real en el diccionario.

Pero centrémonos. Gigantesco, enorme, inconmensurable, inabarcable... parecen palabras prohibidas para nuestro hombre de Providence. ¿Por qué ciclópeo? Lovecraft gustaba de usar arcaísmos y esta palabra le venía como anillo al dedo. Según el Webster’s, este adjetivo se utilizaba en la literatura inglesa ya en el siglo XVIII.

Los que hayan mirado la definición en el DRAE, habrán visto que su segunda acepción es: Dicho de ciertas construcciones antiquísimas: Que se distinguen por el enorme tamaño de sus piedras, unidas por lo común sin argamasa.

Resumiendo, ciclópeo será arcaico pero no creo que esté mal usado porque ¿qué otro adjetivo le vendría mejor a las construcciones de la antigua y Gran Raza de Yith?

La dulce Ermengarde o Lovecraft y Pratchett

Paso página y de la sección de Política (a la que no voy a volver nunca en mi vida, tal vez para regocijo de algunos) salto a la de Cultura (o cultistas) que me gusta mucho más. Hace algunos posts planteé un posible comienzo sobre cómo HPL ideó su primera historia cuando sólo contaba con 8 años. Hoy quiero mostrar una faceta suya desconocida para mí hasta hace poco: su capacidad para la parodia.

La dulce Ermengarde es un relato escrito sobre 1.920, poco después de la implantación de la Ley Seca el 16 de enero de 1.919. En algunos sitios se dice que el relato es de 1.917, pero esto no cuadra con las referencias laterales a la prohibición.

Se trata de una parodia de los folletines amorosos de un tal Fred Jackson, contra quien Lovecraft cargó tintas en una extensa carta. Como dato curioso, HPL firmó este relato con el seudónimo de Percy Simple. Para que os hagáis una idea de por dónde van los tiros, os adelanto que el título completo del cuento es "La dulce Ermengarde o el corazón de una chica de campo".

¿Por qué incluyo a Terry Pratchett? Porque, aparte de que no tengo ni la más mínima duda de que "el hombre del sombrero" se ha leído unas cuantas cosas de Lovecraft, en el relato aparecen expresiones que parecen sacadas de Lancre, que, como todo el mundo sabe, es el único lugar del mundo donde se baila correctamente la Danza del Puercoespín en la Noche de la Vigilia de los Puercos (o algo así).

Transcribo un ejemplo de La dulce...:

"Medía de estatura 5 pies y 5,33 pulgadas, y pesaba 115,47 libras en la báscula de su padre -también fuera de ella-, y era considerada una belleza por los galanes del pueblo que admiraban las tierras de su padre y paladeaban sus líquidas cosechas." (N. del T.: recordad lo dicho sobre la Ley Seca)

Tras leer este relato no puedo evitar pensar que, en el fondo, Lovecraft era un cachondo mental y que sus historias de terror en realidad eran una forma de reírse de los temores de la gente (¿o de los suyos propios?).

¡Aleluya, Nyarlathotep esta entre nosotros!!!

La verdad yo me planteo si debería tener hijos. Porque ver semejantes engendros como este, me dan más escalofríos que cualquier otra cosa. Ojalá lo pudiéramos convencer de pasarse a nuestro lado oscuro y tenebroso de la MFP, para que nos ayudara a proclamar la fe a los Dioses Exteriores y a los Primigenios.

¿Quien mejor que él para dar su fuerza a los dioses desvalidos como Azathoth, que es ciego e idiota?

Pirámide Alimenticia

Por fin alguien ha estudiado los hábitos alimenticios de nuestros congéneres los zombies. Recordemos que, aunque ellos parecen diferentes, comparten el 100% del material genético con nosotros.
Desde luego, la época es propicia para conocer a estos simpáticos seres en su hábitat, gracias a la película 28 Semanas Después, que está por estos días en cartelera, con director español a bordo.

Una pirámide de alimentios vía Neatorama.

Lovecraft, entre la literatura y la estopa

Esto no lo podemos permitir. Ya ha pasado todo lo que tenía que pasar. No me puedo creer que se haya restregado por el suelo la poca dignidad que le quedaba a nuestro amigo Howard Philips Lovecraft, el más grande erudito que ha dado el estado más pequeño de EE.UU. Su nombre ha sido llevado a lo más bajo y deleznable que puede llevarse. Y es a través de esta marca:

No quiero analizarlo desde el punto de vista de friki, pero si tuviera más dinero y cierto parentesco con el maestro de Providence demandaba al hortera dueño de este taller por ofender la poca dignidad de mis antepasados.

Pero si lo diseccionamos desde el punto de vista del diseño, semejante adefesio puede ser un llamado, como el que hacen los cultistas de túnica y daga a Cthulhu, pero en este caso de los mecánicos de mono (overall) y bayeta hacia los "monstruos de la carretera":

1. El símbolo: Lo primero que pensaríamos es ¿A quien c*ñ* se le ocurre poner un corazón acompañando el apellido del amo de horror cósmico?

Si lo analizamos detenidamente tiene su explicación: Ese corazón puede hacer una referencia sutil, casi imperceptible a un sacrificio azteca o egipcio consagrado ya sea a Yig o a Nyarlathotep respectivamente. Así que lo del corazón, puede que tenga sus razones.

2. La tipografía: Cursiva. El logotipo principal, con un bordeado blanco para darle un "halo" y destacarlo sobre el limpio y puro gris ratón (o gris no euclidiano) del fondo. Espantoso.

Pero si lo vemos desde otro punto de vista, como dijimos en el párrafo anterior la tipografía es espantosa; y si es espantosa es que nos asusta y si nos asusta es que es terrorífica y si es terrorífica, nos da miedo, pánico, sudor en las manos, temblores, insomnio... y ahora pregunto... ¿No era esa la intención de Lovecraft con sus historias?

Además, la flecha esa en la que termina el apellído del magnánimo erudito de las letras Providencianas (dentro del género de terror, claro) puede ser el instrumento ritual para conjurar el sacrificio o simplemente una advertencia de que los antiguos saldrán de nuevo a la superficie (debido a la inclinación oblicua de la flecha que apunta hacia arriba, connotando un resurgir, un renacimiento).

3. Lo de Bio-fuels: A mi que no me vendan la moto con eso de Bio-fuels. Todas las gasolinas vienen del petróleo y el petróleo viene de los árboles prehistóricos (eso creo, luego veré en Wikipedia) así que todas en cierto modo son "bio". Además si la idea es que sean bio pues haberle puesto Repsol, Shell o BP. Pero bueno, retomemos el rumbo.

Lo que quiero decir acerca de los Bio-Fuels puede ser una conclusión muy, pero muy macabra y escalofriante: Bio=Vida, Fuel=Combustible. Conclusión: ¿Cuál es el combustible que corre por un ser viviente? ¿Cuál es el combustible que llega al motor (el corazón) de un humano? ¡¡¡LA SANGRE!!! ¡Así es, señoras y señores, estamos frente a un posible sacrificio de seres humanos dentro de un taller mecánico! ¡Es terrible!

Bueno, pues ante estas pruebas presentadas en los párrafos previos, ahora me remito a sacar mis conclusiones de porqué pueden existir unos talleres que tienen Bio fuel y que tiene el nombre del amo de las letras de la ciudad más grande del estado más pequeño de la costa este de Norteamérica:

1. Vampiros estelares: Buscan sangre (Bio Fuel), Vuelan (Flecha hacia arriba), procuran ser invisibles (controlarán a los falsos y zombificados mecánicosde buen corazón).

2. Un grupo de cultistas se encarga de extraer los corazones (y los motores) en nombre de algún dios maléfico, para poner otros de modelos viejos. Así que más de un mortal que veamos por ahí conduciendo su brillante y rápido Audi TT posiblemente tenga el motor de un 2 caballos y el corazón de la tía abuela de Sarita Montiel.

3. Un Mi-go: Ahora se estarán preguntando, ¿qué tienen que ver los pobres Mi-go con todo esto? Bueno, pues una respuesta fácil: En los talleres hay latas. Sí, latas. Latas de aceite. Tienen el tamaño perfecto para meter cerebros y llevarlos a Yuggoth. Además por la aduana pasan desapercibidos ¿O es que alguna vez se ha visto que en el aeropuerto un policía aduanero haya detenido a alguien por llevar latas de aceite a la cochinchina? Pues por lo menos este servidor no lo ha visto. Además, llevando la marca "Lovecraft" eso le da más estilo. Y el logo del corazón y la flecha es simplemente una fachada para que el agente de aduana piense que es un aceite tierno y muy sensible. Como con la florecita de BP.

4. Lovecraft está vivo: Algún médico tipo Herbert West le enchufó a Howard unos Bio Fuels en el corazón y ahora el resucitado viene a dar la plasta y a matar a los pobres parroquianos que tienen problemas con el coche. Lo que nos faltaba. El carburador se nos va a tomar por culo, vamos a tener que pagar una pasta y un zombie-writer nos quiere sorber los sesos. ¿No te jode?

Así que no se nos haga raro, que si un día nos da por llevar el coche a un taller en Los Angeles o en Portland, Oregon, nos encontremos con que un mecánico mete un tentáculo para medir el nivel de aceite (en el buen sentido de la palabra, pillines) o que en el asiento de atrás, nos encontremos con Shoggoth dormido, esperando su turno de trabajo.

Cat-hulhu

Algo va más allá del amor que sienten los gatos por el pescado. Algo hay de oculto en esa mirada enigmática y burlona. Algo guardan, más allá del conocimiento del tiempo de los perros de Tíndalos, y la horripilante forma de moverse de las ratas en las paredes. No lo sabemos.

Tal vez algún ancestral amancebamiento protomórfico indescriptible entre el durmiente de R'lyeh y la diosa egpcia Bast pudiera haber engendrado en la raza felina cierto desorden genético aberrante que perdura hasta nuestros días. Por eso no debe ser extraño encontrar seres de naturaleza híbrida pululando por los tejados de los puertos, maullando al mar para llamar a su padre.

Mininos diabólicos...











¡Que las mujeres felinas nos protejan!

Borges y Lovecraft

Recuerdo con cierto cariño al profesor de Ética que tuve en la carrera. Era un hombre siempre abierto a un buen debate y a quien no le importaba que le llevaran la contraria, siempre y cuando se argumentase. Una anécdota que me ha venido a la cabeza sucedió un día en que metió un curioso patinazo del que únicamente fuimos conscientes dos personas (por cierto, me metí a esto de intentar ser esritor gracias a este compañero). El error cometido fue el siguiente: habló de las novelas del genio argentino del título de este post. ¿Borges? ¿Novelas? Se podría debartir largo y tendido sobre las diferencias entre el cuento y la novela, especialmente si el primero adquiere cierta extensión pero Borges (y que alguien me corrija si me equivoco) nunca escribió una novela sino únicamente cuentos (aparte de poesía).

Este es el primer punto que relaciona a nuestro ciego con nuestro motivo del blog: H.P. Lovecraft y su obra. Ambos solo escribieron cuentos. Incluso una obra como El caso de Charles Dexter Ward se considera un cuento largo más que una novela.

Pero la relación entre ambos autores tiene otro punto importante: Borges emitió un juicio claro y conciso sobre Lovecraft en el epílogo del Libro de Arena:

El destino que, según es fama, es inescrutable, no me dejó en paz hasta que perpetré un cuento póstumo de Lovecraft, escritor que siempre he juzgado un parodista involuntario de Poe. Acabé por ceder; el lamentable fruto se titula There Are More Things.

Como se ve, Borges no tenía muy buena opinión sobre el estilo del autor de Providence. Por cierto que discrepo con la valoración que hace el argentino sobre su cuento. Pienso que es de muy buena factura y muy recomendable para todo aquel que no lo haya leído. Como detalle anecdótico, el título del mismo viene de una frase de Hamlet: "Hay más cosas en el cielo y la tierra, Horacio, de las que haya soñado tu filosofía".

Sin embargo, esta opinión de Borges cambia con el tiempo, como queda reflejado en el párrafo que le dedica en el capítulo de Novela policial, Science Fiction y el lejano oeste de su obra Introducción a la literatura norteamericana:

Lo atraía la ciencia; su primer artículo trataba de astronomía. En vida publicó un solo libro; después de su muerte, sus amigos reunieron en volúmenes su obra considerable, antes dispersa en antologías y revistas. Estudiosamente imitó el patético estilo de Poe y escribió pesadillas cósmicas. En sus relatos hay seres de remotos planetas y de épocas antiguas o futuras que moran en cuerpos humanos para estudiar el universo o, inversamente, almas de nuestro tiempo que, durante el sueño, exploran mundos monstruosos, lejanos en el tiempo y en el espacio. Entre sus obras recordaremos The Colour Out of Space (El color que cayó del cielo), The Dunwich Horror (El horror de Dunwich), The Rats in the Wall (Las ratas en la pared).

Aquí Lovecraft ya no es un "parodista" sino un "imitador". Sí que quiero aclarar el sentido que da Borges a la palabra "patético", un sentido que define muy bien la RAE: "Que es capaz de mover y agitar el ánimo infundiéndole afectos vehementes, y con particularidad dolor, tristeza o melancolía". En esta ocasión creo que el afecto al que se refiere Borges es el de estremecimiento o inquietud.

Hasta aquí este comentario. Quizá más adelante os ofrezcamos desde el blog este interesante relato citado: There are more things.

Arkham Bank

¡Finalmente ha llegado!

En estos tiempos de dinero plástico, los cultistas no podemos seguir llevando las conocidas monedas de oro en bolsitas atadas a la cintura, para pagar ofrendas en los templos oscuros o comprar pociones mágicas en la tiendecita del monje tibetano.

Así que, decidido a tener el dinero plástico que me merezco, pedí en diciembre una tarjeta personalizada en la sucursal bancaria de mi barrio. Una gaditana muy simpática, desconocedora de mis costumbres cultistas, no tuvo reparos en aceptar la imagen solicitada para la tarjeta. Pero sus oscuros superiores rechazaron una y otra vez mi propuesta con argumentos vanos.

Estuve, entonces, una semana en ayunas y encendiendo velas oscuras y recitando frases ininteligibles del Libro de Eibon para que los trámites bancarios se agilizaran y los dominadores escondidos de las maquinarias económicas que dominan el mundo me permitieran tener en mis manos el preciado objeto. Hasta que por fin ha llegado, tras cinco meses de espera... y aquí está.



Ahora mis compras estarán protegidas por los poderes de los Primordiales. Algo que me alivia porque actualmente le temo más a las entidades bancarias que a ciertos dioses tentaculares.

 
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