Muertes y acciones estúpidas IV: El origen del ruanazo

Esta historia es un homenaje a un jugador que tuve hace años llamado Mario Casallas.

Mario era un buen jugador, siempre se metía mucho en las historias y se emocionaba bastante. Pero sus comentarios del tipo “quiero jugar con un vampiro skater” o “por qué no inventamos un juego de rol sobre el Chupacabras” nos obligaron a ese grupo a crear el término “Ruanazo” en los juegos de rol. Pero primero definamos el término “Ruanazo”

Real Academia Española de la Lengua:
ruano, na.
2. f. Tejido de lana.
3. f. Manta raída.
4. f. Col. y Ven. Especie de capote de monte o poncho.

Diccionario Larousse y Vox:
Ruana
nombre femenino
(ASur) Tipo de poncho, hecho de lana o paño, que cubre desde los hombros hasta debajo de la cintura y suele ir abierto por delante; es usado generalmente por los hombres de campo.

Por degeneración, ruanazo terminó siendo la combinación entre la acción que un campechano, garrulo o paleto sudamericano hace con la ruana y un acto ingenuo que no haría un “civilizado” hombre de ciudad. Vamos, una metida de gamba del tamaño de R’lyeh.

Bueno, pues este fue el ruanazo que inauguró este término en los juegos de rol:

Mario personificaba a un mendigo recogido por uno de los dueños de la Sociedad Histórica de Oriente en Arkham (fundada por el listillo que creyó que teniendo la sangre de Innsmouth se iba a salvar). Este personaje de Mario se había convertido en el fiel sirviente de este personaje. Sus “Amos” estaban envueltos en tramas oscuras de invocación y habían logrado “domesticar” a una criatura traída de otro plano a la cual sólo le satisfacía la carne humana. Y él, como buen sirviente, tenía que complacer las necesidades de sus amos, y por supuesto de su diabólica mascota. Así que era menester conseguir carne humana suficiente para la criaturita. Y, cómo no, en uno de sus actos de astucia, fue al campo a ver si podía convencer al primer pastor (de ovejas, no de fieles) de ser el platillo principal de aquel aborrecible bicho.

La escena fue esta:

Mario: Voy al campo a ver si veo a alguien que pueda matar.

Director de juego: Ok. Después de un par de kilómetros ves al pie de la carretera a un humilde campesino llevando una vaca a pastar.

Mario: Ok. Paro el coche. Me bajo con mi pistola y la escondo para que no la vea el fulano.

Director de juego: Ok.

Mario: Me acerco despacio y de forma amigable.

Director de juego: Ok.

Mario: Le saludo. “Hola, buenas tardes”.

Director de juego encarnado en humilde campesino: “¡Buenas!”

Mario: “Perdone, ¿Le puedo hacer una pregunta? ¿Será que le puedo matar?”

Resto de jugadores: “¡No le pidas permiso y mátalo de una puñetera vez!!!!”

Director de juego reencarnado en humilde campesino: “Eeeeeeh” - Duda unos instantes y responde: Pues va a ser que no.

Posteriormente se oyen unos cuantos disparos y el campesino cae. Todos agradecen la suerte de Mario y agradecen más que su exceso de diplomacia y educación hubieran podido darle de comer al mounstruito.

Moraleja de hoy: ¡Si vas a matar a alguien, no le pidas permiso y hazlo coññññññññ….!!!!

Segunda moraleja de hoy: Si eres campesino, pégale un ruanazo a cualquier tarado que se acerque pidiéndote que seas el próximo platillo de un monstruo… y entrena a tu vaca Eusebia para que de cornadas a asesinos novatos.

1 lectores en Miskatonic:

  1. Caronte dijo...:

    jajaja, jugadores así son la caña...(cuánto tiempo hace que no juego, snif...)

    1 ruanazo, digooo 1 abrazoloboestepario

 
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