Aun antes de abrir aquel libro maldito, sabía que encerraba una maldición. El olor a moho que desprendían sus páginas antiguas traía consigo un vaho que parecía brotar de la tumba. Sus hojas descoloridas estaban carcomidas por los bordes.
Su encuadernación de cuero estaba roída por las ratas, acaso por unas ratas cuyo alimento habitual fuera singularmente horrible.
Robert Bloch, El Vampiro Estelar
Éste y otros libros malditos en la página de Flickr de Arcanheretic88, quien (al parecer) se encarga de su fabricación detallada y cuidadosa. Un ejemplo más en esta bella Biblia Cultista.
Un reporte más desde las Tierras del Caos en las que me encuentro (de las cuales también huyó el Exiliado, ganándose así el nombre que lo identifica). Aún me quedan días, pero seguiré intentando mantenerme en contacto, mientras las intrincadas conexiones de la misteriosa secta Telefónica (sí, Erudito, es la misma pero con puntos menos de cordura) me lo permitan.
yO QuIeRO uNoOoOOoooo!!!