Sobrevolando el Océano Atlántico a más de 800 kilómetros por hora en un recorrido muy tranquilo, el capitán de la aeronave nos informa que nos encontramos a unos once mil metros de altura sobre el nivel del mar, en un sitio geográfico conocido como el Triángulo de las Bermudas.
Hasta ahí llegó el viaje tranquilo.
Hasta ahí llegó el viaje tranquilo.
Ya lo habíamos reseñado aquí en las Diez Vacaciones Frikis, pero sin una imagen patente.
Tras mi regreso, sigo intacto y sólo puedo acusar algunas perturbaciones menores en el Game Boy y el iPod, así que todo lo sobrenatural que se le atribuye debe ser una patraña. Por eso voy a remitir mi informe a la base central alienígena abductora antes de seguir con las actualizaciones del blog.
Abrazos tentaculares a todos.
Puede que se refiera a tres señoras que no pueden hablar...
¡¡¡¡QUÉ GRACIOSO SOY!!!
En fin, seguiré con otro relato...