Horror en el Orient Express (III) - Londres

Este relato comenzó en esta entrada y en la siguiente.

Consternados, pero decididos a proseguir con las investigaciones, los cuatro compañeros se dirigieron a la dirección dada, resultando ser un apartamento de una sola habitación en un edificio gris de una calle poco distinguida.

Al llegar allí, el mayordomo del Sr. Smith, con un visible nerviosismo les abrió la puerta. Dentro de la habitación, las cortinas habían sido corridas mitigando la luz lo máximo posible. La figura del profesor puede verse borrosamente en la cama. Intensas quemaduras poblaban su cara.Una vez ronca y gutural, les saludó y narró lo siguiente:


"Gracias a Dios que habéis venido. A causa de mis heridas no puedo hablar mucho rato, asi que por favor escuchadme y Beddows, mi mayordomo responderá por mí a las preguntas. He estado siguiendo el rastro de un artefacto ocultista de gran maldad, el simulacro de Sedefkar. Es una estatua, una fuente de gran poder mágico y maléfico. A finales del siglo XVIII fue desmontado y las piezas esparcidas por Europa. Yo tenía la intención de reunir las piezas y destruirlo. La pasada noche, mi mayordomo y yo fuimos atacados en nuestra casa por dementes turcos. Creo que ellos buscan también el simulacro, pero para fines maléficos. Como quiera que nos atrincheramos en la casa, intentaron quemarnos vivos, pero logramos escapar. Tengo miedo de salir de este escondite, puesto que estos hombres no se detendrán ante nada. Beddows tiene un plan para escapar, pero cuando menos se comente, mejor.

Mis notas fueron destruidas en el incendio, a menos que los turcos las tengan. No se les tiene que permitir que recuperen la estatua. Os pido a vosotros, amigos míos, que la recuperéis antes que ellos. Esto es lo que recuerdo de mis investigaciones:

París fue donde la estatua se desmontó, su propietario era un noble, el conde Fenalik, quien la perdió justo antes de la revolución Francesa. Alguna parte de ella puede estar todavía en Francia.

Los soldados de Napoleón se llevaron una pieza a Venecia cuando invadieron dicha ciudad. Fue vendida a un tal Alvise de Gremanci. Otro fragmento llegó hasta Trieste en la misma época. No se que fue de él, pero podéis preguntar a Johann Winckelmann en el museo de allí.

Creo que podría haber otra pieza en Serbia. Empezad en el museo de Belgrado, el doctor Milovan Todorovic es el conservador.

Otra parte se perdió cerca de Sofía durante la guerra de Bulgaria en 1875. En aquella época los objetos de valor se ocultaron de los invasores, por lo que podría encontrarse enterrada en alguna parte.

La última pieza estaba en circulación en París poco después de la Gran Guerra y fue vendida a alguien de Milán. No sé a quién.

Ésto es todo lo que puedo deciros. Debéis intentar recuperar todas las piezas y cuando las tengáis solo hay una forma segura de destruirlas, porque debéis destruirlas. Debéis. Llevadla de vuelta a su hogar de origen, un lugar en Constantinopla conocido como la Mezquita evitada. Allí existen nichos en los que antaño estuvo. Existe también un ritual que permite destruirla por completo, que se recoge en un conjunto de documentos conocido como los pergaminos de Sedefkar, pero he sido incapaz de consultarlos.

Lo siento amigos. Por vosotros, por mí y por todos nosotros. Por favor, haced esto por mí. Ahora marchaos, marchaos deprisa y que Dios os ayude.

Su voz apagada, se acaba extinguiendo en un susurro. Beddows le alcanza un vaso de agua y después el profesor vuelve a recostarse en la almohada con los ojos cerrados. La mirada del mayordomo es abatida, y se dirige al grupo para indicarles:

Caballeros, mi amo se encuentra en apuros teniendo que evitar a esos hombres malvados, pero aún así desea contribuir a su éxito sin reparar en gastos. Como puede que se hayan percatado, la mayor parte de las piezas señaladas se encuentran a lo largo de la ruta del conocido ferrocarril Simplon Orient-Express. Antes de este terrible ataque tenía pensado viajar en el mismo para desentrañar este misterio. Tengan este sobre, aqui encontrarán 1000 libras esterlinas que les ayudaran a sufragar los costos de este viaje. Gracias por su atención, pero ahora deben marcharse.


Aún más impactados y consternados, los cuatro protagonistas de esta historia intercambiaron miradas de preocupación y congoja, pero no quedaba otro remedio, la llama de la aventura acababa de prenderse en sus corazones...





3 lectores en Miskatonic:

  1. El Erudito dijo...:

    Ya me extrañaba a mí que no hubieras colocado en su sitio el post. Aparte, no recordaba que Smith les contara tantas cosas.

  1. Jorge no le jodas la campaña a quien no la ha jugado!!!!!!!!

 
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